Tal como lo anunciamos ayer, hoy les presentamos tres problemas que pueden presentarse en nuestro cuerpo si no controlamos y moderamos los azucares.
Obesidad.
La obesidad es una de las problemáticas más comunes en las personas, y ocurre cuando ingerimos carbohidratos refinados, que son los azúcares, almidones y otras derivaciones.
Por ejemplo el pan, las golosinas y pastas. Al ingerir estas comidas, el cuerpo está recibiendo más energía de la que ocupa, por lo tanto, y de acuerdo al metabolismo se transforma y se acumula en el cuerpo. Es un iniciador de otras enfermedades la diabetes o problemas cardiovasculares.
Caries.
Según lo conocidos del tema, los alimentos ricos en azúcares son el sustrato básico de las bacterias criogénicas, o mejor conocidas como placa dental, la cual persiste mucho tiempo sobre la superficie dental y esto puede causar caries, gingivitis o enfermedad periodontal (enfermedades de las encías). El efecto es que las encías se enrojecen, se inflaman y sangran lo que nos pueda llevar a una gingivitis. ¡Cuidado con los que nos llevamos a la boca!